Los vecinos de este lugar se quejan de que no pueden ir a la playa y de los olores y mosquitos que emanan de esta invasión. Digamos a los vecinos del Rincón de la Zofra que los algandianos os disculpan por el lapsus y por adjudicarles males no creados por ellas, que igual que aparecen restos de plantas, volverán a su lugar con un nuevo temporal, que dejen parte de los restos a pequeños coleópteros que se nutren de ellas y que son más los servicios y favores prestados a los vecinos que los inconvenientes que puedan a veces crear.
El tema de los depósitos de algas y plantas marinas no ocurre sólo en estas playas. En otras zonas se gestionan para aprovechar los restos o se delimita con criterio ambiental dónde se retiran y donde no. Incluso en algunas playas los restos son vistos como ofrenda del mar y prueba de la buena salud de los fondos submarinos. Ruego por ello que tales males sean vistos con mejores ojos.
...mea culpa...soy de las que renegaban de las algas cuando me bañaba y me rodeaban por esas playas tarifeñas...y desde septiembre las veo de otra forma...sospechaba que era buena señal su aparición por las playas, pero cuanto mas lejos de mi...mejor me sentía...ahora las busco,toco,huelo...y voy aprendiendo a conocerlas....la culpa la tiene tu amigo Antonio...y este algarero...
ResponderEliminarlos vecinos de los litorales deberían tener más información...y sentirse contentos y hasta orgullosos de recibir "esas ofrendas del mar"...
Gracias crochet andalou, todo es cuestión de interpretar la naturaleza y educar a los escolares y turistas desde las instituciones. Hace falta mucha labor pedagógica. Como ciudadano puedes actuar individualmete, aparte de pensar globalmente.
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