sábado, 5 de abril de 2014

Una experiencia con algandianos (algandian experience)

Paseando por la interminable avenida gaditana observé a través de un cristal a un grupo de gente en torno a una larga mesa donde servían degustaciones muy elaboradas. Pude indentificar a las dos personas que dirigían el cotarro: una emprendedora de Suralgae y un afamado cocinero (Mauro Barreiro). Entré en el Hotel Barceló, donde se celebraba la jornada, y preguntando a los asistentes qué hacían allí, me dijeron que eran un grupo de amigos que compartían actividades y experiencias de todo tipo (las II jornadas creativo culturales), entre las que se encontraban degustaciones con algandianos. Como había algun sitio libre, me mezclé en el grupo y me senté como uno más. El acto se llamaba "algas experience" y a fe mía que fue una auténtica experiencia.
Tras una interesantísima explicación sobre la cantidad de platos que ya se cocinan en nuestra provincia con Ulvas y  Gracilarias y la presentación del cocinero, la degustación comenzó con unas sublimes papas aliñás marinas, patatas cremosas con aonori (Ulva sp.) y espuma marina.










Las papas con buen vino de la tierra, una combinación sin parangón

La segunda ronda consistió en unos inigualables cremosos de mejillones tigres, migas Bob Esponja y ogonori (Gracilaria sp.) frita.

Las migas Bob Esponja antes de ser devoradas por una chiquilla allí presente (sin el vino, claro)

¡Qué decir entonces de la infusión de lechuga de mar y mojama, huevo cocido lentamente y salicornia a la romana!.











El huevo entre mojamas

Cuando pensaba que era impensable mejorar lo probado llegó un suculentísimo arroz de algas y anguila, gambón y ali oli verde.

  Como en las sevillanas, la cuarta para terminar y aplaudir

No creo haber probado bocados semejantes en tanto tiempo. Mi locuacidad, incrementada por el achispamiento que producían los blancos de la tierra, disfrazaba el que no conociera a nadie y de esa forma creo que no se notó mi intrusismo, aunque la directora del hotel, amabilísima y muy profesional por cierto, mirara con cara rara, pues no le cuadraban los números. Cuando todo el mundo celebraba la degustación entre bebidas espiritosas, me levanté, me despedí de los concurrentes y, no sin antes felicitar a los organizadores, salí por la puerta antes de que alguien me delatara como persona non grata...

Mauro y Consuelo. Ejemplos a seguir en la cultura emprendedora

Gracias al Hotel Barceló por celebrar estas jornadas y felicidades a todos los que ponen de su parte para llevar la cultura gastronómica de las algas a todos los rincones de nuestra geografía. Si queréis probar estos platos y disfrutar de toda una experiencia de sabores algandianos, no dudéis en acudir al restaurante de Mauro , en Puerto Real.